sábado, 27 de marzo de 2010

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Primavera, tu me quieres afuera.

Los calores de esta nueva estación están a todo lo que dan, inicia el lunes la semana de las vacaciones en México, no hay semana en el año en que mas mexicanos viajen fuera de sus lugares de residencia y vallan a otros lugares del país que esta, las playas estarán a reventar, también las ciudades coloniales, Oaxaca, Chiapas y la Huasteca Potosina, mi Huasteca.
Hoy entre el sopor del sueño matinal, soñé con una visita fugaz a la clínica donde hice el servicio social, todo en Tantocoy estaba como lo dejé; y como ha estado desde hace 14 meses que me fui, como ha seguido en mis 3 regresos. Allá estaban las personas que trabajaban en la clínica aunque no estaban los pacientes, supongo que en mi sueño no era hora de consulta.

La primavera me llama a estar afuera, el calor pinta para estar insoportable, pero la residencia me llama a estar adentro, me llaman las insuficiencias y las fórmulas para calcular líquidos, electrolitos y deficiencias, difícil decisión... Un día claro, soleado, caluroso, poco contaminado y despejado, un montón de páginas, de hojas, de letras y conceptos que no se quedan bien en mi cabeza, va a ser una mañana entre adentro y afuera, con mas ganas de afuera haciendo nada que adentro leyendo sin leer, pensando en afuera.

Me acompaña una tasa de Silleta tostado, es el típico Xilitla, es suave, no es ácido, pero es aromático, huele a comal, a pueblo, a molino de mano y sabe a eso y menos pero me recuerda mi ultima aventura por esa sierra. Atrás canta Stuart Murdoch en las grabaciones de la BBC de Belle & Sebastian y una se sus canciones, Seymour Stein, me refuerza lo que pienso en este día: my toughts are far away ............... a good day for flying

miércoles, 17 de marzo de 2010

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Pos-guardia.
Sin mucho que decir, sin mucho para hacer, me siento agotado y además me está empezando una gripa de los diablos. No puede ser influenza porque me vacuné. La única ventaja es que mañana no tengo guardia y tengo esas horas para reponerme.

Las cosas en el hospital siguen mas o menos igual, todavía siento que no se nada, siento que no entiendo a los pacientes y por eso no me los aprendo cuando me los preguntan y los tengo que anotar. Solo espero que esto no dure demasiado.

Fuera del hospital, casi no ha pasado nada. Todo en el hospital.

Huachinango Tikinxic.
Tan fácil como pedir el pescado abierto en mariposa, con espinas. Untarle salsa de achiote y naranja agria, con algo de sal y ajo o cebolla en polvo, pimienta opcional.
Con las brasas en blanco se deja el huachinango por un par de horas hasta que la parte de la carne quede cocida por conducción y las escamas queden carbonizadas. Solo hay que voltear el pescado en los últimos 5 minutos para darle el sabor del asador.

jueves, 11 de marzo de 2010

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Dr. RiMI

Ahora en los papeles resulta que soy el Dr. RiMI, un ente que ronda por los pasillos de algún hospital sin mas que un estetoscopio, un par de plumas, muchas hojas sueltas, algún chicle, caramelo, chocolate y muchos pendientes, presiones y dudas. Ah olvidaba mencionar las presiones. Todas aquellas que yo mismo me pongo y que hicieron que hoy la guardia fuera un basurero. Pero asi soy ahora, soy ese ente con albúmina baja, ojeras gigantes y dudas y mas dudas (existenciales y de medicina).
He recibido el consejo de llevar una especie de vitácora de esta extraña experiencia de estudio, del mas irracional de los posgrados, el menos regulado de los "trabajos", el mas rebozado método de aprendizaje. Lo tomo en cuenta. A ver que sale.
Por lo pronto pienso en la Huasteca como dice aquel huapango:

No te dejo de querer,
Huasteca eres muy hermosa,
porque tu siempre has de ser
de todas la mas preciosa.

Es un hecho, mis vacaciones de agosto, son a mi Huasteca de mis amores. No creo que exista otra tierra capaz de reconfortar a mi mente tan agobiada por esta antediluviana y antipedagógica manera de cursar un posgrado, como ya lo dije, con un total abatimiento de la voluntad a base de la privación del sueño, de la vida social y de los pequeños gustos que a la vida dan felicidad.
Así se enseña la medicina en el México del Siglo XXI, con un sistema un poco mas tranquilo que los que relatan, pero de igual manera agobiador.