Sin darme cuenta me fue robado el mes de abril y también sin darme cuenta 5 días de mayo se me pasaron volando rápido como un jet. No fue hasta hoy entre los calores secos y los mangos en el frutero, cuando por mi ventana entró uno de esos coleópteros cafés que llamamos mayates en la Ciudad de México y que en otras partes del país son verdes y viven cerca de los mezquites.
Los mayates son insectos gordos e inútiles, son la última etapa de la metamorfosis de larvas parásitas a las cuales llamamos gallinas ciegas y que se dedican a alimentarse de las raíces, matando al resto de la planta sin alimentarla. No son los mayates mas que una mariposa, una máquina destinada a perpetuar a la especie, sensual y voluptuosa, pero sin un fin mas allá que la transmisión del ADN, pero a diferencia de la elegante mariposa, el mayate es una bestia torpe y robusta cuya única virtud es el poder levantar el vuelo en contra de todos los principios de la aerodinámica conocidos.
Como puede verse nunca me han simpatizado los mayates, pero desde otro punto de vista no deben ser tan malos, pues se encargan de llevar cantidades inmensas de grasa y proteína de alta calidad desde la tierra a los hocicos, picos y bocas de todo tipo de seres colocados arriba de ellos en la pirámide alimenticia, además que seguramente sus larvas cuando no acaban con las plantas han de oxigenar la tierra y en las especies vegetales autóctonas seleccionar a las mas aptas.
Todo esto de los mayates por dos cosas, los mayates me recuerdan el mes de mayo, me hacen percatarme de esta época del año que si bien no es mi predilecta, tiene esos largos días soleados y calurosos que siempre son soportables con unas bermudas y las suficientes bebidas refrescantes. Pero su nombre no tiene nada que ver con el mes de mayo, pues el vocablo mayo viene del latín y se relaciona a la diosa romana maia, cuyo festival se festejaba en el mes de mayo del calendario Gregoriano. La palabra mayate viene del náhuatl máyatl que es una palabra para denominar al coleóptero en cuestión.
La segunda cosa que me recordó a los mayates es algún personaje obeso con el cual he estado conviviendo en mi formación como médico y que además de ser gordo como un mayate, es inútil como mi primera idea del mayate, es inútil su actitud en mi formación y doy gracias que se haya dado cuenta de mi sentir y que me ignore en la práctica médica del día a día, me alegra que se haya alarmado de manera exagerada con una nota médica en donde hice crítica política y que al parecer haya sido la gota que derramó el vaso.
Tal vez una nota médica no sea el lugar para hacer esos comentarios, pero son parte del paciente, de su situación social. Para quién no sabe (el 99.9% de mis escasos lectores) de que hablo:
Don L. es un paciente de 85 años que ingresó a nuestro servicio luego de haber estado en urgencias porque lo encontraron en la calle, con pérdida del estado de alerta, esto debido a un desequilibrio en sus electrolitos de la sangre. Cuando se le corrigieron los electrolitos, Don L. mejoró y podía ser dado de alta, su desgracia fue no tener familia, estar en situación de calle y ser indigente, lo que lo obligaba a quedarse en el hospital hasta encontrar un asilo que lo recibiera en el DF, el problema, los asilos están llenos. La estancia de don L se prolongó en el hospital y adquirió una neumonía (para quién no lo sepa, las bacterias de los hospitales son de las mas bravas que existen y son resistentes a casi todos los antibióticos), por lo que se le trató de la neumonía ya en nuestro servicio, esto a principios de marzo. Pasó marzo, pasó abril y don L adquirió una flebitis y una infección de vías urinarias, momento en el cual yo, un poco molesto con lo que sucede en el hospital por la falta de recursos, escribí mi nota en donde hacía notar que las carencias en el hospital se debían a la mala planificación de los programas de gobierno y que gracias a la promoción del populismo no hay asilos suficientes, no hay medicamentos y además los pocos recursos que existen se desperdician en curar a don L de infecciones que nunca debió haber tenido, que son producto de las fallas del sistema, que le causaron sufrimiento innecesario y que han reducido su calidad de vida, haciendo su pronóstico malo en el corto plazo, para la vida y la función, esto último a la usanza de las notas médicas.
La crítica fue abierta, contra un gobierno que privilegia pistas de hielo, albercas en semana santa y bicicletas para los esnobs de la Condesa, todos estos entre muchos otros programas populistas y que desperdician dinero que puede ser invertido en programas contra la pobreza, el abandono social y la asistencia médica.
Al coleóptero de mayo, gordito y de criterio cerrado le pareció fuera de lugar y me hizo remover del expediente la nota y repetirla (lo que por cierto es ilegal), y a lo que agrego que la nota estaba firmada por mí, y por nadie mas, por lo que él no iba a ser perjudicado él y situación en la que yo asumía toda responsabilidad sobre mi escrito. En fín...
La crítica esta hecha, en un espacio mas ad hoc y por cierto firmada por mí.
Por otra parte hoy escuché un anuncio en el que el gobierno de esté país promocionaba una carretera que comunica Mazatlán con Durango, y de allí se conecta hasta Matamoros. Espero no tener voz de profeta, pero cuando la terminen va a ser la carretera con mas balaceras en el país. No hay que ser ni remotamente suspicaz para percatarse de esta situación.
Eduardo Hammeken L.
